El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela validó este 22 de agosto la reelección del presidente Nicolás Maduro, pese a que casi un mes después de las elecciones las autoridades siguen sin mostrar las actas que demuestren su victoria.
«Convalida esta Sala Electoral los resultados de la elección presidencial del 28 emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE)», señaló ante altas autoridades del Estado y representantes diplomáticos la presidenta del TSJ, Caryslia Rodríguez, quien lideró el peritaje judicial del resultado.
Sin embargo, el Tribunal al igual que otros órganos del poder, se encuentra controlado por magistrados afines al chavismo. De hecho, la ONU ya había advertido que, tanto el Supremo, como el Consejo Nacional Electoral que dio la victoria a Maduro, con el 51,95% de los votos de los votos, carecen de independencia e imparcialidad.
El Tribunal Supremo de Venezuela certifica el triunfo de Nicolás Maduro tras finalizar la revisión de los resultados de las elecciones https://t.co/7EsyFOIhZG
— AP Noticias (@AP_Noticias) August 22, 2024
La sentencia, con la que concluye de manera «inequívoca e irrestricta» la revisión de las elecciones, como lo describió la presidenta del Supremo, se produce 22 días después de que el propio Maduro solicitara este proceso, a través de un recurso de amparo que nunca se conoció y por el que fueron convocados al Tribunal los 10 excandidatos presidenciales.
Durante la lectura de la sentencia, que fue realizada frente a autoridades del estado y representantes diplomáticos, Rodríguez aseguró que el fallo había sido resultado de “un proceso de peritaje” que permitió contrastar los boletines comunicados por el CNE con las “actas de escrutinio emitidas por cada máquina», en referencia al sistema automatizado de votación.
Pero las actas no han sido exhibidas públicamente por el oficialismo y el órgano judicial integrado por magistrados afines al Gobierno de Maduro, no hizo alusión alguna en su sentencia al incumplimiento de normas previstas en la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE), como los plazos y esquemas para la publicación de los resultados discriminados por mesa y centro electoral.
Rodríguez aseguró que la decisión, que es inapelable, se basó en un informe elaborado por expertos “altamente calificados e idóneos”, aunque las credenciales de estos nunca fueron dadas a conocer.
La magistrada también apuntó que las actas de escrutinio publicadas en línea por la oposición, según las cuales el candidato Edmundo González Urrutia habría obtenido la victoria con alrededor del 70% de los votos, en un 83% del total de actas recopiladas por sus testigos, eran «falsas».
Sin embargo, cada mesa está dotada de una máquina que imprime un acta prácticamente imposible de replicar, de acuerdo con los expertos.
Por otra parte, la funcionaria reveló que el candidato opositor se expone a sanciones, que no especificó, por su negativa a asistir a la lectura de la sentencia.
Desde los pasados comicios y las protestas antigubernamentales que le siguieron, el Gobierno venezolano ha llevado a cabo lo que la oposición, los grupos de derechos humanos y los sindicatos describen como represión y ofensiva contra quienes piensen distinto.
Las acciones han incluido arrestos de figuras de la oposición y manifestantes, una investigación a líderes de la oposición por supuestamente incitar a los militares a cometer delitos, la aprobación de una ley que endurece las normas sobre las ONG y renuncias forzadas de empleados estatales que supuestamente apoyan opiniones a favor de la oposición.
Maduro también ha declarado públicamente que González Urrutia y la líder opositora, María Corina Machado, deben ser arrestados, en momentos en que denuncian ante la comunidad internacional el presunto fraude electoral y piden sanciones para el Gobierno.
Antes del pronunciamiento del TSJ, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU había hecho una publicación en la red social X, en la que recordaba que la Misión Internacional Independiente de Determinación de Hechos, que documenta la comisión de delitos contra la dignidad humana en Venezuela, había advertido sobre la “falta de independencia e imparcialidad” del tribunal y del CNE.
El Tribunal Supremo de Justicia de #Venezuela requerido para auditar los resultados electorales anunciados por el Consejo Nacional Electoral.
— United Nations Human Rights Council (@UN_HRC) August 22, 2024
La Misión de Determinación de los Hechos sobre este país alerta sobre la falta de independencia e imparcialidad de ambas instituciones. pic.twitter.com/IzKRG9bVUq
En la misma publicación, el Consejo citó declaraciones de Francisco Cox Vial, miembro de la Misión, en las que apuntaba que Rodríguez es “militante del partido de gobierno y ha ejercido cargos de elección popular”.
En efecto, Rodríguez fue alcaldesa encargada de Caracas en 2021, en sustitución de Erika Farías, y también presidenta del Concejo Municipal de Libertador, el principal municipio de la ciudad capital, postulada como concejal por el Partido Socialista Unido de Venezuela, el partido de gobierno.
El candidato opositor González Urrutia rechazó inmediatamente el dictamen, asegurando a través de su cuenta en X que “ninguna sentencia sustituirá la soberanía popular” y lamentó que la decisión “solo agravará la crisis”.
El fallo del TSJ contradice las conclusiones del panel de expertos de Naciones Unidas y del Centro Carter, que fueron invitados por el gobierno de Maduro como parte de una misión de observación internacional del proceso del pasado 28 de julio.
Ambas instituciones cuestionaron el anuncio del CNE, asegurando que la entidad carece de credibilidad, y apuntando que los resultados no incluyeron un desglose que permitiera la verificación por mesa.
Varios países han insistido en exigir la publicación de las actas de escrutinio, como único medio de validar los resultados de la elección.
La presidenta del TSJ Caryslia Rodríguez lee la setencia con la que el organismo judicial avala la reelección de Maduro. Caracas, 22 Agosto 2024 © AP / Ariana Cubillos
El propio presidente Maduro, que iniciaría un tercer mandato el 10 de enero de 2025 si no fructifica la presión en busca de resultados creíbles, añadió más dudas al escenario, cuando aseguró que el sistema electoral, que él mismo ha descrito como infalible en varias oportunidades, sufrió un ataque cibernético, versión que el TSJ validó sin aportar evidencias.
Maduro ha desatado una feroz ola represiva que ha incluido la detención de un centenar de menores de edad, de acuerdo con organizaciones de derechos humanos, y de líderes políticos entre los más de 1300 detenidos en el contexto de las protestas posteriores a las elecciones. Algunos de ellos han sido capturados en operaciones consistentes con secuestros, sin órdenes judiciales, indicios de flagrancia ni acceso a defensa elegida por ellos.
Con AP, Reuters y EFE
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