La situación humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles extremos. La ONU ha lanzado una alarmante advertencia: más de 14,000 recién nacidos corren riesgo de morir en las próximas 48 horas si no se restablece urgentemente el suministro de ayuda humanitaria y servicios básicos en la región.
Según Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF, “muchos bebés nacen prematuros o con bajo peso, y necesitan atención especializada para sobrevivir, algo que hoy simplemente no existe en Gaza”. La mayoría de las incubadoras han dejado de funcionar por falta de electricidad, combustible y equipamiento médico.
La Franja de Gaza se encuentra colapsada desde hace semanas tras la intensificación del conflicto. Los hospitales están al borde del cierre, sin insumos ni personal suficiente para atender a los heridos y recién nacidos. “El sistema de salud ha sido sistemáticamente destruido”, alertó el portavoz de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
Los organismos internacionales han exigido un alto al fuego inmediato y la apertura de corredores humanitarios sostenibles. Sin embargo, hasta el momento, los pasos fronterizos continúan cerrados o con restricciones severas, lo que impide el ingreso de suministros vitales.
Además del riesgo inminente para los recién nacidos, miles de niños se enfrentan a la desnutrición aguda, infecciones respiratorias y otras enfermedades prevenibles. La ONU denuncia que se está “jugando con la vida de una generación entera” si no se actúa ahora.