El Vaticano vivió un momento histórico con la celebración de la misa inaugural del pontificado del Papa León XIV, ante la presencia de cerca de 200,000 fieles congregados en la Plaza de San Pedro. El nuevo pontífice fue acompañado por delegaciones de alto nivel de diversos países, incluyendo presidentes, primeros ministros y líderes religiosos, quienes presenciaron este acto simbólico de inicio oficial de su ministerio como líder de la Iglesia Católica.
La ceremonia estuvo marcada por gestos de cercanía con los más vulnerables y llamados a la unidad global. En su homilía, León XIV reiteró su mensaje central desde su elección: una Iglesia al servicio de los pobres, dialogante y comprometida con la paz mundial. “No somos dueños de la fe, sino sus servidores”, declaró con voz firme, generando reacciones positivas entre los asistentes y televidentes alrededor del mundo.
Entre los líderes asistentes destacaron el presidente de Italia, la reina de España, y representantes de comunidades judías, musulmanas y protestantes, en lo que se interpretó como un fuerte gesto de apertura ecuménica e interreligiosa.
Tras la misa, el pontífice realizó un recorrido en el papamóvil saludando a los peregrinos que viajaron desde distintas partes del mundo para presenciar el evento. Este acto consolida el inicio formal del pontificado de León XIV, quien ya ha sido definido por diversos analistas como un papa de estilo sencillo, firme en sus convicciones, y con un profundo interés en la justicia social y el medioambiente.