Los mercados energéticos experimentaron fuertes fluctuaciones este lunes debido al temor de una posible interrupción del suministro en el estratégico estrecho de Ormuz. Tanto el petróleo como el oro registraron alzas significativas en sus precios, impulsados por la creciente preocupación geopolítica en Medio Oriente.

Durante la jornada, los precios del petróleo subieron con fuerza ante el riesgo de que las tensiones en la región derivaran en una paralización parcial del tránsito marítimo por el estrecho, por donde circula alrededor del 20% del comercio mundial de crudo. Sin embargo, hacia el cierre del día, el petróleo experimentó una ligera caída al disminuir momentáneamente los temores de una escalada inmediata del conflicto, lo que sugiere que los inversionistas aún observan el panorama con cautela.

En contraste, el oro se mantuvo al alza, actuando como refugio ante la incertidumbre global. Su cotización tocó máximos de dos semanas, reflejo de una demanda reforzada por parte de los mercados que buscan seguridad frente a posibles disrupciones energéticas y políticas.

El repunte en ambos activos es una respuesta directa a los crecientes roces en el estrecho de Ormuz, zona crítica cuya seguridad tiene implicancias globales tanto para el suministro energético como para la estabilidad de los mercados financieros.