Fundación Academia Diplomática del Perú

Estados Unidos y China sellan tregua comercial temporal en medio de tensiones globales

En un giro significativo para el comercio internacional, Estados Unidos y China anunciaron una tregua comercial temporal que incluye una reducción parcial y recíproca de los aranceles que ambas potencias se habían impuesto en los últimos dos años. Esta decisión, celebrada por los mercados globales, marca una desescalada en una guerra comercial que había agitado las cadenas de suministro, generado incertidumbre financiera y obstaculizado el crecimiento económico en múltiples regiones del mundo.

El acuerdo, anunciado por representantes de la Casa Blanca y confirmado por el Ministerio de Comercio chino, contempla la suspensión durante 90 días de los nuevos aranceles que ambos países habían implementado recientemente, así como la reducción de tarifas anteriores. Estados Unidos se comprometió a disminuir sus gravámenes sobre productos chinos del 145% al 30%, mientras que China recortará los suyos sobre bienes estadounidenses del 125% al 10%.

El presidente estadounidense, en declaraciones desde Washington, sostuvo que este entendimiento busca “proteger los intereses de los productores locales sin aislar al país de los mercados globales”. Por su parte, el presidente Xi Jinping afirmó desde Beijing que las “conductas intimidatorias solo conducen al aislamiento”, en referencia a las presiones comerciales de Washington, y ofreció a América Latina una línea de crédito por 9.000 millones de dólares como parte de su estrategia para fortalecer los lazos regionales.

Los efectos inmediatos del anuncio no se hicieron esperar: Wall Street cerró con importantes alzas, las bolsas europeas replicaron la tendencia y las principales monedas emergentes se apreciaron frente al dólar. Sin embargo, analistas económicos advierten que esta tregua es temporal y no resuelve los puntos estructurales de fricción entre las dos economías más grandes del mundo, como el acceso a tecnología, la seguridad de las cadenas de suministro o la soberanía industrial.

“Es un respiro, pero no una solución”, comentó Michael Klein, economista del Peterson Institute for International Economics. “Ambas partes han mostrado voluntad política, pero el camino hacia una relación comercial estable y predecible aún es largo y está lleno de obstáculos”.

En este contexto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) exhortó a ambos países a aprovechar esta ventana de distensión para establecer un diálogo más estructurado y multilateral, que incluya a otros socios clave del comercio mundial. La Organización Mundial del Comercio (OMC), por su parte, reiteró la importancia de resolver disputas bajo marcos legales comunes y no mediante represalias bilaterales.

La tregua comercial llega en un momento crítico, cuando la economía global enfrenta riesgos múltiples: tensiones geopolíticas en Medio Oriente, disrupciones logísticas por el cambio climático y una creciente presión inflacionaria en varios países desarrollados.

Si bien el acuerdo es, por ahora, un alivio para mercados e inversores, la comunidad internacional observa con cautela si esta tregua será la antesala de una nueva etapa de cooperación o simplemente una pausa estratégica antes de que resurjan las hostilidades.

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