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Explosiones coordinadas en Líbano: Hezbolá sufre sabotaje tecnológico de Israel

25 de septiembre, 2024

En un incidente sin precedentes, decenas de personas han muerto y miles han resultado heridas en el Líbano tras la explosión simultánea de beepers y walkie-talkies, utilizados por miembros de Hezbolá, entre el martes 17 y el miércoles 18 de septiembre. Las explosiones, que afectaron principalmente áreas controladas por Hezbolá en el sur de Beirut, no solo han causado pérdidas humanas devastadoras, sino que también han puesto en jaque el sistema de seguridad de la organización chií respaldada por Irán. Este tipo de ataque ha encendido las alarmas a nivel internacional, y aunque Israel ha sido señalado como el principal responsable, hasta el momento no ha asumido ninguna responsabilidad directa.

Sabotaje en la cadena de suministro: Una estrategia de precisión

Lo que hace este ataque particularmente notable es su ejecución. Los dispositivos de comunicación, adquiridos por Hezbolá en los últimos meses para evitar la vulnerabilidad de los teléfonos móviles, fueron saboteados antes de su llegada a Líbano. Pequeños explosivos fueron implantados junto a las baterías, permitiendo que fueran detonados de forma remota. Según los expertos, este tipo de sabotaje en la cadena de suministro es una táctica poco común pero extremadamente eficaz, que demuestra un alto grado de planificación y acceso a información sensible.

Uno de los modelos implicados, el AR-924, fue fabricado por la empresa taiwanesa Gold Apollo, que ha negado cualquier implicación en el ataque. La compañía afirmó que estos dispositivos fueron vendidos a través de su socio húngaro, BAC Consulting KFT, cuya participación en los hechos aún está siendo investigada.

En cuanto a los walkie-talkies, algunos de los modelos involucrados llevaban el sello de la empresa japonesa Icom Inc., que emitió una declaración afirmando que estaba investigando el incidente. Aunque el modelo IC-V82 fue descontinuado hace más de una década, su utilización en este ataque plantea interrogantes sobre la seguridad de los dispositivos antiguos y de segunda mano.

Implicaciones de seguridad para Hezbolá

Este incidente representa un golpe severo para Hezbolá, una organización que históricamente ha sido conocida por su rigidez en las medidas de seguridad y la protección de sus comunicaciones. Según Emily Harding, exanalista de la CIA, «este tipo de sabotaje no solo provoca daño físico, sino que también genera una fractura psicológica dentro de la organización». Hezbolá ahora se enfrenta al reto de revisar sus protocolos de seguridad y encontrar nuevas formas de comunicación que minimicen el riesgo de ser interceptados o saboteados.

Paul Adams, corresponsal diplomático de la BBC, subrayó que “estas explosiones suponen un golpe catastrófico a las comunicaciones de Hezbolá, que dependerá de cómo logren reconstruir su sistema y protegerse de futuros ataques similares”.

La estrategia israelí y su impacto regional

Aunque Israel no ha asumido responsabilidad, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que el conflicto con Hezbolá está entrando en una «nueva fase», lo que sugiere que este ataque podría ser parte de una estrategia más amplia. El traslado de tropas israelíes desde Gaza hacia la frontera libanesa también podría ser un indicio de que Israel busca reducir la capacidad operativa de Hezbolá sin desencadenar una guerra a gran escala.

Si este ataque a las comunicaciones fue obra de Israel, marca un precedente en cuanto a la sofisticación de las operaciones encubiertas en la región. Manipular la cadena de suministro para sabotear dispositivos de comunicación puede tener un impacto devastador, no solo para Hezbolá, sino para otros actores que dependen de sistemas de comunicación vulnerables.

Preocupación internacional y riesgo de escalada

El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que los recientes ataques suponen un «riesgo serio de escalada dramática en Líbano». A su vez, Irán, principal patrocinador de Hezbolá, condenó el ataque, señalando que tomará medidas en el marco del derecho internacional. El embajador iraní en Líbano resultó levemente herido durante una de las explosiones, lo que ha aumentado aún más la tensión en la región.

Un ataque que redefine las reglas del juego

El sabotaje a la cadena de suministro no solo ha causado un impacto inmediato en Hezbolá, sino que también ha establecido un nuevo precedente en la manipulación de dispositivos tecnológicos para fines militares. Este ataque representa un desafío para la seguridad de las comunicaciones en la región, y tanto Israel como Irán deberán ajustar sus estrategias para enfrentar esta nueva amenaza.

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